En general, se denomina media montaña a las montañas de mediana altura o zonas de una montaña comprendidas entre los 1.000 y 2.500 m de altitud, donde el efecto de la baja presión y la cantidad de oxigeno del aire en el organismo es prácticamente irrelevante. De hecho, la cota de 2.500 m se considera el límite a partir del cual los estudios de medicina de altura determinan que el organismo del escalador puede comenzar a sufrir los primeros síntomas del mal de altura. Por otra parte, hay que tener en cuenta que montañas comprendidas en dicho intervalo de alturas, pero situadas en latitudes próximas a los polos, dejan de ser media montaña por la rigurosidad de las condiciones climáticas, que dificultan la práctica del montañismo.
Pese a que el montañismo en media montaña presenta menos dificultades que el que se practica en la alta montaña, es necesario un mínimo de experiencia, de conocimiento del medio y de técnica para afrontar con seguridad la actividad que se desee llevar a cabo en dicho entorno.
En las rutas de media montaña no iremos por terrenos nevados ni utilizaremos crampones,piolets ni raquetas ya que esa técnicas de progresión se engloban dentro de la Alta Montaña.